Articulo de Las Provincias sobre nuestro observatorio
Articulo sobre nuestro observatorio publicado en el diario "Las Provincias" el Jueves día 28 de Febrero de 2019
https://www.lasprovincias.es/extras/vida-verde/renace-observatorio-astronomico-20190227230225-nt.html
Renace el Observatorio Astronómico de Albuixech
La localidad recupera el espacio puesto en marcha por un grupo de vecinos en los años 80
El telescopio y la cúpula fueron construidos de forma
artesanal por miembros de la asociación con la ayuda de Luis Dolz,
propietario de un taller de construcciones metálicas. La cúpula se armó
con aluminio y hierro y se operaba de forma manual. El telescopio era
del tipo reflector newtoniano con un espejo primario de 400 milímetros,
montura ecuatorial y controlado por un sistema electrónico.
Tanto
el observatorio como la asociación astronómica estuvieron en
funcionamiento prácticamente una década. En algunos momentos, la
agrupación llegó a contar con un centenar de miembros y durante estos
años organizaron multitud de actividades: visitas, talleres, charlas,
observaciones, etcétera. «Pero los problemas técnicos surgidos por la
fabricación artesanal del telescopio requerían mucho esfuerzo, lo que
provocó que cada vez se hiciese menos astronomía. Esto hizo mella en los
miembros de la asociación y llevó al abandono del observatorio a
principios de los años 2000», señala el presidente.
Vicente Peris, Artífice
Hace un par de años el
consistorio de Albuixech se puso en contacto con Ángel Flores, en aquel
momento presidente de la Asociación Valenciana de Astronomía, para
recuperar esta instalación. Se construyó una nueva cúpula totalmente
motorizada, diseñada por el mismo Flores y montada en la Calderería
Capilla de Meliana. También se rehabilitó un nuevo acceso al
observatorio con las medidas de seguridad necesarias, y se instaló un
telescopio donado, de nuevo, por Vicente Peris. «Es el miembro más
importante tanto del anterior proyecto como del actual, se puede decir
que sin Vicente no existiría ni el observatorio ni la asociación
astronómica», apunta Montaña.
El Ayuntamiento de Albuixech destinó entonces 60.000 euros para la
recuperación del observatorio, dinero que ha sufragado los costes de la
nueva cúpula, los nuevos accesos y la compra del instrumental adicional
necesario. «A raíz de la construcción del observatorio, surgió la
necesidad de volver a activar la antigua asociación astronómica para que
se hiciese cargo de su gestión y uso, por lo que se contactó con
antiguos miembros, a los que se han unido nuevos aficionados de los
pueblos de los alrededores impulsando la formación de la nueva
asociación a principios del año 2018», destaca su actual presidente.
El
pasado verano, el Observatorio de Albuixech renació de sus cenizas con
el objetivo de acercar la ciencia y la astronomía de forma divulgativa y
amena a un público de todas las edades. Durante 2018, la asociación
desarrolló distintas actividades relacionadas con eventos astronómicos,
como eclipses lunares o lluvias de estrellas, y también llevó a cabo
varios cursos de formación de instrumental para los socios, así como
talleres divulgativos pensados para el público en general. Todos los
meses se programa una jornada de puertas abiertas y un día de
observación exclusiva para los socios.
«Los aficionados a la astronomía tienen en común que son gente
curiosa, que les gusta indagar y conocer cosas nuevas por ellos mismos, y
cualquier persona puede practicarla. Una de las cosas que más nos gusta
es cuando un niño mira por primera vez a través de un telescopio y
exclama espontáneamente al descubrir algo que creía que solamente se
podía ver en los documentales o en los libros de texto», relata el
presidente de la asociación astronómica.
Astrónomos aficionados
Hace
tan solo unos días saltó la noticia de que un astrónomo aficionado de
Argentina había fotografiado la primera luz del estallido de una
supernova. Hasta la fecha ningún científico había sido capaz de capturar
la explosión de una estrella masiva, ya que las supernovas explotan al
azar y la luz del estallido de choque es fugaz. La suerte se alió con
Víctor Buso que apuntó a una galaxia situada a 80 millones de años luz
de la Tierra para probar su nueva cámara. «Los astrónomos profesionales
llevan tiempo buscando este tipo de evento», destacó en un comunicado el
astrónomo de la Universidad de California en Berkele (Estados Unidos,
Alex Filippenko. «Los datos de Buso son excepcionales», agregó: «Este es
un ejemplo sobresaliente de una asociación entre astrónomos aficionados
y profesionales».
Pero no es el único descubrimiento que han hecho astrónomos aficionados a
lo largo de la historia. La vastedad del espacio y la curiosidad por
entender el universo ha democratizado esta ciencia, la única en la que
los amateurs pueden aportar conocimientos y hallazgos realmente
sobresalientes, algunos de ellos históricos. La astronomía nos apasiona,
según Montaña, porque «queremos saber el lugar que ocupamos en el
universo, por el afán de conocer lo que nos ofrece la naturaleza, porque
nos maravilla la belleza de los objetos celestes, por la emoción que
produce descubrir el aspecto de los astros a través del telescopio».
Estas emociones se apropiaron de un grupo de vecinos de Albuixech hace
unos años y decidieron construir un telescopio para observar el paso del
Cometa Halley por la Tierra. Y dentro de 42 años seguro que volverán a
hacerlo.
La gran amenaza que supone la contaminación lumínica
Uno
de los principales factores que amenazan la calidad para la observación
astronómica es la contaminación lumínica. Es un problema que afecta
principalmente a las ciudades debido a la iluminación artificial que
aumenta considerablemente el brillo del cielo nocturno, lo que disminuye
la cantidad de objetos celestes que se pueden observar. Por tanto, la
ubicación de Albuixech, en el área metropolitana de la ciudad de
Valencia, no es la más idónea a priori para la observación del cielo
nocturno. Pero esto también tiene ciertas ventajas a la hora de
contemplar las estrellas.
El presidente de la Asociación
Astronómica de Albuixech, Miguel Montaña, es consciente de que esta
instalación no está situada en una zona óptima para la observación
astronómica. «Pero tenemos una gran ventaja: la gente que nos quiera
visitar no tiene que hacer grandes desplazamientos, normalmente por la
noche, para disfrutar del cielo», destaca. Además, continúa, «aquí
adaptamos las observaciones a los objetos que se pueden ver desde
Albuixech: la luna, los planetas y los objetos de cielo profundo más
luminosos». Se puede disfrutar del cielo nocturno en cualquier sitio,
solo hay que saber dónde mirar.
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